miércoles, 28 de marzo de 2012

Capítulo 1

No me lo podía creer. Se acababa de confirmar en la página oficial de One Direction que iban a venir a España a finales de junio. Llevaba tantos meses esperando que llegara este momento que simplemente era demasiado perfecto, mis manos ni siquiera respondían para poder escribir en Twitter o en cualquier lado de internet, con el fin de informar a las demás directioners. Cuando por fin pude reaccionar lo primero que hice fue coger el teléfono y llamar a mi mejor amiga, Radina, que es tan directioner como lo soy yo. Las dos nos pusimos a chillar, cada una desde su casa, sinceramente parecía que tuviéramos un problema mental, pero comprendednos, no todos los días tu ídolo viene a tu país. Le dije a Radina que quedásemos en persona y le contaría todo con pelos y señales (ella no lo podía leer porque en esos momentos no tenía internet en su casa). Al colgar mi hermana Marina me preguntó qué es lo que tanto ocurría, por qué estaba tan feliz.

—¡VIENEN A NUESTRO PAÍS, BITCH! ¡ONE DIRECTION VAN A PISAR TIERRAS ESPAÑOLAS! ¿¡TE LO PUEDES CREER!? SÍ, ME LO IMAGINABA, YO TAMPOCO —se lo aclaré todo.
—Cata, tranquila, sólo es un grupo... —mi hermana nunca me entendió en esto de idolatrar a algún famoso, a ella le parecían “tonterías”.
—¿SÓLO UN GRUPO? Vale que no te guste ningún famoso, pero no te tomes tan a la ligera mis sentimientos. ¡Ojalá algún día tú también te enamores de algún artista!
—Sí, sí, lo que tú digas... ¿Y dices que vienen a España? ¿Tienes idea de lo que cuesta una entrada para un concierto suyo?
—Lo he mirado todo por internet, la entrada cuesta 65€. ¡Van a estar en Madrid y Barcelona! Lástima que vivamos aquí en Mallorca, entre la entrada y el viaje me saldrá todo muy caro... No tengo ni idea ni de dónde sacaré el dinero, pero bueno, ¡ya me las apañaré!
—Buena suerte, Cata —me dijo mi hermana en un tono seco y desinteresado.

Cogí mis llaves y mi móvil y salí de casa, había quedado con Radina dentro de 5 minutos en el Carrillo, era un parque que está al lado de mi casa, ella y yo somos casi vecinas, sólo nos separa una calle. Al encontrarme con ella nos abrazamos y casi lloramos de la emoción las dos juntas. Algunos pensaréis que es un tanto exagerado, pero como he dicho antes, no todos los días tu ídolo viene a tu país ni todos los días tienes la oportunidad de conocerlo, y nosotras éramos de aquellas fans que les dedicaban la vida entera a su grupo favorito...
—¡Ay, Catalina, que esto es nuestro sueño cumplido, joder! —Radina estaba con el corazón en la garganta.
—Dímelo a mí... Fue leerlo en su página y quedarme muerta. “Los chicos de One Direction confirman por fin delante de los entrevistadores las fechas de su tour por España” ¡Eso ponía! Te juro que no me lo creía, Radina.
—Bueno, bueno, sin más rodeos, cuéntame todo lo que ponía.
Le empecé a explicar todo lo que conseguí recordar haber leído. Le dije que al concierto al que debemos ir es al de Barcelona ya que está más cerca de Palma, y saldría más barato. Le dije que concretamente era el 26 de junio, los precios de las entradas y el sitio donde sería (en l'Auditori de Barcelona). Las entradas se ponían en venta el 5 de abril y nosotras ya estábamos a 28 de febrero, teníamos que darnos prisa.
—Cata, te das cuenta de que las entadas son bastante caras, más el viaje, ¿no...?
—Sí, me he dado cuenta... Me jode mucho que sea así pero de alguna manera tenemos que sacarnos el dinero. ¿Alguna propuesta?
—A mí me lo paga mi madre...
—¡Menuda cara tienes! —me reí—. Mi madre no está dispuesta a soltarme ni un céntimo. Ella también fue fan de un grupo de pequeña, y me comprende, pero dice que al igual que ella tendré que sacarme el dinero para poder ir a verlos. En serio, no la entiendo... En fin.
—Bueno, pues ya puedes empezar a decirle que suelte la pasta o... ¡No la ayudarás en las tareas de la casa nunca más!
—Jajaja, quizás eso me sirva. Ya te diré cosas mañana en clase, ¿vale?
Radina y yo nos fuimos a dar una vuelta por el Carrillo. Nos encontramos con unos cuantos amigos y nos quedamos con ellos a pasar la tarde.
Cuando eran ya casi las diez de la noche, mi mejor amiga y yo tiramos cada una hacia su casa, las dos ansiosas de contarle todo a nuestras madres.
Cuando abrí la puerta me encontré con una sorpresita. Mi madre estaba esperándome sentada en la butaca del salón, con la cara no muy feliz, que digamos. Mi felicidad se desvaneció por completo en ese instante.
—Buenas noches, mamá... ¿Qué ha pasado, por qué estás así esperándome?
—Catalina Florina Campos. ¿Cómo me puedes preguntar qué hago aquí esperándote? ¿Acaso te crees que soy tonta? ¿Te pensabas que no encontraría tus notas?
—Ah... Mamá... Escucha, últimamente sabes que lo he estado pasando mal, por lo del divorcio de los padres de Radina y tal... No he podido concentrarme lo suficiente, lo siento muchísimo, yo... Estudiaré más para la próxima, en serio...
—Ahora un “lo siento” ya no me vale, Cata. Has bajado muchísimo este año en el colegio, no podemos permitirnos eso. Creo que tendré que privarte de algunas cosas.
—¿A qué te refieres...?
—Me lo pensaré.

No. NO, NO, NO, NO, NO. No puede ser. ¡¿Por qué ahora?! ¿Por qué las ha tenido que encontrar ahora? Así no podía ni pensar en soltarle lo del concierto. Y lo todo el dinero que nos va a costar... De ahora en adelante tendría que portarme genial y estudiar mucho si quería ir a conocer a One Direction.
Me fui a mi cuarto y encendí el portátil. Entré en Tuenti y me extrañó ver a Radi conectada.

Yo: radi? donde estas?
Radina: es la bb de mi hermano por? :O
Yo: ah vale, no se, como me dijiste que te habian cortado el internet... me extrañaba jaja, tia tengo un problema :l
Radina: q ha pasado?!
Yo: mi madre se ha enterado de lo de mis notas, y... tengo mucho miedo de que no pueda ir al concierto T_T
Radina: dios....! bueno tu tranquila, habra algo q podamos hacer.. espera hasta mañana, cuando la cosa este mas calmada y cuentale lo del concierto
Yo: eso hare, pero en serio estoy que no puedo con mi alma, si no me deja me MUERO!
Radina: todo estara bn, te entendera no te preocupes, bueno me las tengo q pirar q mi hermano me pide la bb -.- nos vemos mañana te quiero!<3

Siempre he pensado que Radina era una gran amiga. Siempre encuentra las palabras adecuadas para animarme, no sé cómo agradecerle todo lo que hace por mí. Si no salgo de ésta, ella seguro que intentará convencer a mi madre. Me encanta esta chica.

Al día siguiente, las clases transcurrieron como de costumbre. Radina y yo evitamos mencionar nada sobre el concierto ya que en nuestro instituto no había directioners (por desgracia...) y no queríamos que nadie se enterara, ya que todas las pijitas son capaces de ir al concierto sólo porque 1D está de moda y puede que incluso nos agotaran las entradas sin que nosotras pudiéramos comprar, y no era plan que unas directionaters nos quitaran los sueños. En definitiva, que a la hora del recreo nos apartamos del grupo para poder hablar con tranquilidad del tema. Planeamos miles de cosas que podríamos hacer al verles. Entre ellas, claro está, estaba la opción de raptarles. Toda buena fan ha pensado en algún momento raptar a su ídolo. Y violarle. Decidimos que después del concierto, nos quedaríamos hasta tarde para poder seguirles y hacer lo posible por conseguir un autógrafo, una foto, hablar con ellos o lo que fuera. Que no nos iríamos sin haberles conocido. Era una meta.

Se hicieron las tres de la tarde y era hora de irse a casa. Cuando llegué mi comida y la de mi hermana estaban puestas en la mesa, pero la de mi madre no estaba por ningún lado, al igual que ella.
—Marina, ¿y mamá?
—Ha salido a hacer unas compras. Ha dicho que también tendría que hacer otros recados así que no volverá hasta bien entrada la tarde. De momento vamos a comer tú y yo, ¿sí?

Comimos y después yo me encerré en mi cuarto, ese que tenía forrado de pósters de los chicos y letras de sus canciones. Me eché en la cama y lloré. No podía hacerme a la idea de que un 26 de junio One Direction estarían en el mismo país que yo, y yo no estaría allí para verlos. No podía imaginarme que mi madre no me dejara ir, simplemente era algo que me aterraba. Sabía que aún era pronto para rendirse, pero es mejor esperar lo peor y luego darte una alegría, que no hacerte ilusiones y luego llevarte una decepción. Entre mis lágrimas acabé por dormirme, y cuando me desperté ya eran las ocho de la tarde.

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