*Sigue narrando Radina*
Me desperté sobre las
seis de la tarde, Niall no estaba al otro lado de la cama. Me levanté
con cara somnolienta, estaba despeinada, así que salí del cuarto
rápidamente para ir a mi habitación y arreglarme. Cuando entré me
encontré a Cata tirada en la cama. Estaba llorando.
—¡¿Qué
ha pasado?!
—Los
chicos...
—¿Qué,
qué pasa con los chicos?
Cata
tragó saliva.
—Esta
noche tienen su último concierto en España. Después parten hacia
Italia.
—¿Estás
diciendo que...?
—Hoy
es el último día que podemos estar con ellos. Mañana se van a
primera hora.
—Pero...
No pueden irse así como así, ¿no...?
—Me
han dicho que volverán lo antes posible, pero ahora mismo ya estaba
todo organizado y se han de marchar.
—Dios,
¿qué hacemos? Justo ahora que con Niall...
—No
lo sé tía, lo único que sé es que no puedo separarme de Harry.
Siento que me va a estallar el corazón en mil pedazos si me alejan
de él... —rodó otra lágrima por su mejilla.
—Te
entiendo... Bueno. Seca esas lágrimas, vamos a disfrutar de la
última noche. Después de todo han dicho que volverán pronto, ¿no?
—le sonreí.
*Narra
Cata*
La
sonrisa de Radina era tan dulce. Siempre conseguía reconfortarme.
¿Ahora comprendéis por qué dije que era tan buena amiga y la
quería tanto? Siempre encuentra las palabras. Siempre. Gracias a
dios que la tengo a mi lado.
—Tienes
razón. No más lágrimas; no tengo que llorar porque se acaba, sino
porque ha ocurrido.
—Así
se habla. ¿Dónde están ahora mismo?
—Están
ensayando en el Auditorio de Madrid.
—¡¿Madrid?!
—Sí,
lo sé, lejos. Pero me han dicho que mandarán su furgoneta negra a
las 20h para que venga a recogernos, me han dado billetes VIP para su
concierto para que podamos estar con ellos.
Radi
puso cara de sospresa y después de felicidad. Acto seguido, le
dirigí una mirada amistosa y fui al baño lavarme la cara. Ella
tenía los pelos de loca, no quiero ni imaginar lo que ha hecho con
Niall... Si es que ha estado con él.
Al
entrar en el baño me miré al espejo. “Tengo que ser fuerte —me
dije—, tengo que aguantar sin él.”
Total,
ya estaba claro que este sueño no podía durar para siempre. Me
queda una noche, y no la desperdiciaré. No dejaré que Harry se
quedé ni con una duda de mis sentimientos hacia él, e intentaré
averiguar cuáles son realmente los suyos. ¿Me echará él de menos?
Sólo hay una manera de averiguarlo.
Me
lavé la cara y salí del baño.
Radi
y yo nos arreglamos, la furgoneta de los chicos llegó a las 20h,
exactamente según lo previsto. Al subir descubrimos que los chicos
no estaban allí. Solo el chófer. Le dimos las gracias por venir a
recogernos, y arrancó. En una hora ya estábamos en madrid [n.a.:
sí, sé que es imposible llegar de Barcelona a Madrid en una hora,
pero no podía hacer de ninguna manera que cuadrara, lo siento ><].
Le dijimos al chófer que nos dejara fuera, en la cola del concierto,
ya que al fin y al cabo nosotras éramos directioners y hacer cola
para ir a un concierto nos suponía una gran emoción.
Nos
hicimos amigas de muchas chicas, aunque claro, a ninguna le contamos
que estábamos liadas con los mismísimos Harry y Niall, nadie nos
creería. O simplemente se lo tomarían a broma, ya que siempre todas
hemos dicho al ver alguna foto: “Mirad, ahí está mi novio”, o
cosas por el estilo. Hablamos de muchas cosas; de dónde venían,
cuánto tiempo llevaban esperando... Algunas llevaban más de 10
horas. Estaban todas nerviosísimas y emocionadas, como Radi y yo el
día del concierto en Barcelona. Recuerdo esa noche y no me puedo
creer que tan solo un día después de eso, les conoceríamos. Aunque
estaba claro que seguiríamos intentándolo; no nos rendimos
fácilmente.
En
un momento nos alejamos de todas las fans, para poder hablar un rato
tranquilamente con Radina.
—Oye...
—empecé a hablar—. Mira todas estas chicas deseando conocer a
los chicos. Nosotras ya lo hemos hecho, y volveremos a verlos, ellas
quizás no tengan tanta suerte como nosotras. Deberíamos regalarles
los pases VIP a dos de ellas...
—Pero
se armaría un grandísimo follón, son más de mil y solo tenemos
dos.
—Ese
es el problema, ¿qué hacemos? Mmmm... ¿Y si simplemente escogemos
dos al azar? Las que nos parezca que se lo merecen más.
—Vale,
¿qué te parece esta? —Radina me señaló una chica entre la
multitud—. La de la camiseta azul con topos blancos.
—Está
bien, vamos a decírselo.
La
verdad es que estoy asustada, a saber cómo reacciona... A lo mejor
se piensa que son falsas, porque ¿qué loca regalaría unas entradas
VIP? Bueno, vamos allá.
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